Purple Paro Valley se ha desarrollado a partir de una variedad sativa originaria del Valle Paro en el oeste de Bután a una altitud de 2500 metros. Este híbrido feminizado estuvo en su hábitat natural hasta hace sólo dos generaciones. En esta región, la variedad se ha adaptado al duro clima de la cordillera del Himalaya, con largos períodos secos, lluvias monzónicas y fríos inviernos. Se recomienda el cultivo de Purple Paro Valley (PPV) en climas nórdicos hasta los 56°N, o donde la alta humedad pueda llegar a ser un problema. Con el calentamiento global haciendo que el cultivo en exterior sea cada vez más impredecible, esta variedad híbrida resistente puede ser una gran alternativa. Gracias a su extrema durabilidad, puede hacer frente a bajas temperaturas mejor que la mayoría de las otras variedades modernas de cannabis. A primera vista, sus ramas flexibles como sauces parecen frágiles. Pero la variedad local de Paro puede soportar fuertes vientos y aguaceros. En la mayoría de los casos, Purple Paro Valley ha heredado esta resistencia. No obstante, se recomienda proteger las plantas en el caso de que se prevea una tormenta y no esperar a ver qué ocurre. La resistencia al moho de la variedad pura y PPV es excepcionalmente alta. Las plantas también son muy eficientes en lo que respecta a sus nutrientes. Convertir la variedad en híbrida ha sido fundamental para mejorar la cosecha. Cultivar una gran planta de muchas ramas posibilita la posterior cosecha. Purple Paro Valley es especialmente apropiada como “variedad de reserva” en climas desfavorables. Por ejemplo, unas pocas plantas PPV se pueden combinar con una variedad de mayor producción en el norte como nuestra Mandala #1. En entornos muy difíciles, o en una estación con un tiempo excepcionalmente malo, Purple Paro Valley es tal vez la única posibilidad en la que poder confiar. ¡Allí donde otras fallan, esta variedad especial tiene posibilidades! Para un cultivo de guerrilla también es una atractiva opción puesto que ninguna otra variedad requiere tan poco cuidado. Aunque la variedad materna es altamente homogénea, no ha resultado de la misma manera con esta variedad feminizada. En principio no tiene por qué ser un factor negativo. La diversidad es una estrategia de evolución en la naturaleza para asegurar la supervivencia. Con tal fin, la diversidad en PPV puede suponer un elemento importante a la hora de asegurar la cosecha. Diferenciamos principalmente entre el fenotipo verde y el morado. El fenotipo morado está presente en aproximadamente el 75% de la población y es muy atractivo y fascinante de observar durante su floración. No obstante, el porcentaje que obtienes entre verde y morado depende fundamentalmente de la cantidad de plantas que estés cultivando. Una pequeña cantidad te ofrecerá un resultado más sesgado. El fenotipo verde es más corto en altura, termina su floración antes, y los brotes son también más compactos. El fenotipo morado presenta largos internodos, lo que debe ser tenido en cuenta a la hora de su cultivo en macetas o en invernadero. Se recomienda llevar a cabo una tardía plantación y poda en ambas situaciones. En un clima cálido o mediterráneo las plantas pueden llegar a alcanzar entre el 1,50 (fenotipo verde) y los 2 metros en macetas si se plantan en junio y se dejan sin podar. Si se desea conseguir un tamaño medio, se recomienda controlar los tiempos durante la época de plantación permitiendo el crecimiento vegetativo durante sólo un mes. Durante este período vegetativo, debería ser suficiente con podar el brote principal de crecimiento. Purple Paro Valley responde muy bien con la técnica LST. El recorte de los brotes inferiores simplifica mucho el cuidado de la planta y aumenta la fortaleza de las ramas superiores. Durante la floración, la mayoría de las plantas desarrollan un delicioso aroma picante y a lima verde. La esencia cítrica a lima es típica de la variedad Paro. Pero hay un tipo de planta que sobresale del resto y a la que llamamos ‘candy girl’, ¡porque huele a algodón dulce! Cuando desmenuzas los brotes secos, liberan una dulce esencia a menta con un toque de avellana. El fenotipo verde tiende a oler más a lavanda. El terpeno linalol es el responsable de este aroma a lavanda y realza los efectos sedantes y adormecedores, así como favorece el alivio del dolor. Algunas de las plantas moradas también pueden llegar a oler como té negro, pero al fumar aún dejan un regusto fresco a menta al exhalar. El aceite de PPV tiene el fresco y dulce aroma balsámico de los bosques de cedros del Himalaya (resultados de la prueba indican 27,5% ). El efecto es profundo y predominantemente relajante o de ‘couch lock’. Es apropiado para desconectarse, como conciliador del sueño, fantástico para aliviar la hiperactividad y el nerviosismo.
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