Se trata de una planta de cannabis resultante del cruce de varias cepas seleccionadas de flor morada. Un polihíbrido que dará que hablar por su vigor desde el momento de la germinación, de esto ¡estamos seguros! Hemos utilizado genéticas de Big Bud x Skunk x White Widow, en combinación con una nueva variante de Ruderalis canadiense.
La genética de esta planta es digna de estudio: el parental masculino le aporta una reducción del tiempo de floración, unas distancias internodales cortas, y un tamaño de planta, bajo, característica típica en las plantas índicas. Por su parte el parental femenino, le ha transmitido un aroma espectacular y un sabroso sabor.
El resultado es un ejemplar del que nuestro laboratorio I+D está más que orgulloso, y que cosecha tras cosecha, deja sorprendidos a los que se aventuran a su cultivo.
La variedad C4 tiene un crecimiento de tan sólo 7 u 8 semanas. Durante este tiempo podremos ver como esta belleza genera unas flores compactas, con brotes de color verde suave y pistilos naranjas que poco a poco se convierten en cogollos escarchados.
Los cultivadores aseguran que desde la segunda semana de floración, ya empiezan a ser visibles los cogollos, y que engordan rápidamente semana tras semana.
Su momento estelar se encuentra en las dos últimas, cuando los cogollos se han compactado en el centro y tiene una apariencia magnífica.
En este momento podrás fregarte las manos a la espera de su producción de nada menos que 650gr/m2. Los cogollos irán engordando rápidamente, y en su periodo final podrás observar una planta productora de grandes cogollos centrales.
Esta variedad es ideal para los cultivadores tanto expertos como novatos que buscan un alto rendimiento y una buena potencia media-alta.
Su vigor la hace muy resistente a plagas y mohos, por lo que al prosperar en cualquier ambiente, es válida para cultivos de interior, exterior e invernadero.
No necesita grandes cuidados, simplemente espacio y tranquilidad para generar su potente trenza de cogollos central.
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