Cuanto más tiempo te tomes en secar la cosecha de marihuana() mejor será el producto obtenido.
Un secado de los cogollos de cannabis lento, permite que la clorofila se disperse y mejore el sabor y el aroma del producto resultante
No debes caer en la tentación de acelerar el secado con un exceso de calor ni con el uso excesivo de deshumidificantes.
Si tienes mucha prisa por consumir tus cogollos te damos un truco:
Puedes secar los cogollos de cannabis frescos colocándolos sobre un radiador o repartiéndolos en una bandeja de horno y hornearlos. El producto resultante será un tanto áspero pero para una urgencia te puede servir.
Sin embargo, recurrir a estos métodos no debería ser un hábito. Lo mejor será que realices el proceso de secado, manicurado y curado de la planta de marihuana de manera más tradicional.
Si dispones de una sala de cultivo puedes construir una buena cámara de secado para la marihuana dentro de ella.
Si construyes una cámara de secado fuera de la sala de cultivo, necesitarás un filtro de carbón, y un ventilador de extracción para eliminar olores.
El ventilador extractor te permitirá la eliminación de los olores que va desprendiendo el cogollo de la marihuana durante la fase de secado.
Ten en cuenta que el aire debe renovarse aproximadamente cada dos horas, para ello con un ventilador de baño o de cocina tendrás suficiente.
Conéctalo a un temporizador y prográmalo para que salte cada dos horas.
Hay diferentes maneras de colocar los cogollos del cannabis para el secado:
Los puedes secar empleando ganchos resistentes de cordel o de alambre, o bien los puedes colocar en rejillas o estantes preparados para el secado.
Te recomendamos que cuelgues los cogollos de marihuana que vas a cosechar en cordeles para que el aire circule libremente durante la etapa del secado. Te asegurarás que no entre la humedad ni se produzca moho.
El ambiente ideal para realizar un buen secado de cogollos de marihuana es frío y oscuro, con niveles de humedad por debajo del 50% y una temperatura entre los 15 y los 24 ºC.
Para garantizar unas condiciones óptimas necesitarás un termómetro y un higrómetro con memoria de máximos y mínimos.
Deberás retirar las hojas grandes de abanico y colgar boca abajo las plantas o cogollos().
Es mejor que cuelgues las ramas sueltas en lugar de las plantas enteras, así permitirás que corra más el aire.
Los cogollos no deben tocarse los unos con los otros y tampoco deben tocar las paredes de la cámara de secado, sino podrían pudrirse.
Debes comprobar las plantas cada día y apretar el cogollo para poder ver cómo evoluciona.
Ten en cuenta que si un cogollo se pudre puede echar a perder toda la cosecha, así que deberás retirarlo a la mayor brevedad posible y reducir la humedad de la cámara.
Pasados siete días los cogollos habrán perdido la humedad y se notarán secos y livianos. Es el momento de realizar una cuidada manicura.
La manicura es el proceso por el cual se retiran las hojas de los cogollos. En este proceso se deben arrancar todas las hojas sobrantes y las ramas.
Las hojas y deshechos resultantes del proceso pueden guardarse en la nevera para utilizarlas en tintes, recetas o incluso en la producción de hachís.
Durante la manicura también pueden retirase los cogollos pequeños de las zonas inferiores.
Al manipularse las plantas lo ideal es que su textura se vuelva cada vez más pegajosa en manos y tijeras. Esta resina se llama habitualmente “hachís de dedo” y es muy preciado por los consumidores de marihuana().
El tiempo de secado varía según el ambiente el ambiente y la época del año. Hay que estar muy atentos el proceso de secado pues si los cogollos se secan demasiado rápido se notarán secos por fuera y húmedos por la parte del tallo.
Un cogollo de cannabis secado correctamente debe contener aproximadamente una humedad de un 15%.
Para saber si un cogollo se ha secado correctamente se sostiene con ambas manos a la altura de los ojos y se doblan hacia abajo los dos extremos del tallo.
Si los cogollos se han secado en exceso se pueden colocar entre hojas de abanico frescas durante toda la noche para rehidratarlas.
La cura del cannabis es la culminación de un proceso para obtener el mejor producto.
Durante el proceso de curado los terpenos del cogollos se isomerizan, es decir se convierten en terpenos múltiples que producirán un efecto dulzón y le darán gran calidad a la cosecha.
Para curar los cogollos se pueden introducir en un frasco o recipiente hermético hasta llegar al 80 % de su capacidad.
Al almacenar los cogollos el aire circula por el interior del recipiente.
Durante las primeras semanas hay que abrir el frasco de entre 5 a 10 minutos al día, para renovar el aire del interior. Mediante esta acción se evita que acumule la humedad.
La hierba de marihuana() almacenada y curada puede guardarse durante meses o años.
Los cogollos de la marihuana mejoran con el tiempo, como el buen vino.