¿No es maravilloso el Cannabis? Todas las cosas fabulosas que puedes hacer con las semillas, las plantas, las hojas, hasta los cristales moleculares que se encuentran en los brotes. Hay una lista infinita de posibilidades para explorar! Pero hoy vamos a ver una de nuestras partes favoritas; las semillas.
Aunque para muchos las semillas pueden tener poca importancia aparte de la hermosa planta que son capaces de producir, pero, no obstante, las semillas en si son únicas y en realidad son una adición saludable a las dietas de las personas. Esa cosita pequeña contiene todo un mundo de nutrición: ácidos grasos, proteínas y una variedad de sabrosas vitaminas!
Omega-3 y Omega-6; dos ácidos grasos esenciales para la producción de proteína del cuerpo, se pueden encontrar casi en un equilibrio perfecto en las semillas de cáñamo. Además de esos dos ácidos tienes tambien una buena dosificación de Vitamina E (que juega un papel importante en el sistema inmune y conservación de los tejidos corporales), Hierro, Gamma-linolénico (que se encuentra en la leche materna) y solo 2 cucharadas de corazones de cáñamo contiene 10 gramos de proteína . Entonces, ya seas vegano, vegetariano o ninguno de estos, una pizca de semillas de marihuana solo ayudará a tu dieta y se sabe que tiene componentes propensos a alergias e incluso ciertos trastornos mentales leves como el TDAH!
Fritos o tostados, descascarillados o no, las semillas se pueden incorporar en cualquier cosa, desde el yogurt de la mañana, la ensalada de la tarde o un refrigerio después del entrenamiento para obtener esa dosis extra de salud diaria.
Entendemos que algunos de ustedes pueden ser cautelosos con el cannabis y las eventualidades de su consumo, ¡pero no tengan miedo! El THC es el componente activo del cannabis que le da su efecto cuando se ingiere. Las semillas de cannabis pueden tener un total de 0.02% de THC. Así que a menos que, literalmente, se coma un camión lleno de semillas de marihuana, ¡no experimentará efectos psicoactivos!
Curiosamente, se ha documentado cómo hace 10.000 años, las culturas asiáticas usaban las semillas para las ceremonias y como un suplemento dietético. Tuvieron la idea correcta, supongo que ya es hora de que hiciéramos lo mismo, ¡creo que es mejor tarde que nunca!