Big Band

Cuando se lanza una variedad con la expectativa de superproducción nunca hay que dejar de lado el sabor (cosa de la que siempre se quejan los cultivadores). En origen, Big Band fue ideada para esta función, y es fruto de un cruce de una Bubblegum, seleccionada por la predominancia de su sabor y aroma, con un macho de Chronic (ambos del banco Serious Seeds). El cruce le daba un sabor a chicle pero con un retrogusto a fermentado y la estructura era típica de una índica, con gran cogollo central y poco ramificada en su zona baja.
En exterior la planta puede que no pase del 1,80 metros, pero deberás montar un sistema de sujeción para que no se doblen tanto el gran cogollo central como las pesadas ramas laterales.
Se trata de una planta muy fácil de cultivar debido a que es una variedad robusta y muy resistente a cualquier tipo de plaga.
Produce flores compactas con una excelente proporción cáliz-hoja. Desde la 4ª semana de floración la resina ya es muy abundante y acabará inundando los cogollos y las hojas circundantes. Forma numerosos macizos de flores que compactan con los primeros aportes de P-K.
En interior, se obtienen excelentes resultados cultivando en macetas de 5L, con coco y con sistema de riego por goteo a “solución perdida”. Las plantas no deben pasar de los 60-70 cm para obtener una producción abundante. El ciclo de floración acaba a los 58-61 días.
En exterior podrás tenerla cortada para final de Septiembre, evitando las primeras lluvias del otoño.
Al fumarla, te inunda una profunda sensación de pesadez en las primeras caladas, que da paso a un estado de relajación. Ideal para tomarla contra el stress. El sabor a fresas ácidas y limón se te pega al paladar, dejándote un fuerte sabor a gominolas.